miércoles, 11 de enero de 2023

EL PODER DE LA PALABRA

Desde que el hombre aprendió o improviso los trazos en primitivos lienzos de roca, hasta la tecnología de hoy en futuristas hologramas. Algo que no ha cambiado, al menos físicamente, es la palabra, la responsabilidad y el poder con el que nació, ya lo decía el tío Ben, a un iniciado Spiderman-. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Y es que acaso esta máxima de comic resulto ser cierta. En la obra El viñedo del texto: de Ivan Illich, el autor compara la lectura con la vegetación, el cultivo, la cosecha y demás, que es sino una palabra la semilla para desencadenar o iniciar el agrícola momento de la creación del pensamiento a “raíz” del poder de ese conjunto de letras.

Etimológicamente, palabra, proviene del latín parabŏla 'comparación', en lat. tardío 'proverbio', 'parábola', y este del gr. παραβολή parabolḗ. incluso en sus orígenes “palabra” connota cambio, transición.

 Cuando el hombre le dio importancia al discurso, a los párrafos se dio cuenta que tenia a su disposición un arma que no necesitaba inversión, tecnología, o detonante.

El autor norteamericano Joseph Campbell difundió y ayudó en el nacimiento del lenguaje cinematográfico de Hollywood y sus producciones, nada más y nada menos que con palabras, su obra El viaje del Héroe, que es una especie de manual donde narra el proceso del surgimiento del héroe la creación del paradigma ideal.

Qué necesita vivir una persona común y silvestre para ser honrado por mitos y leyendas al momento de contar su historia. Pues según Campbell una travesía material y también espiritual, en esta segunda debe superar sus traumas, sus taras, su lenguaje, sus palabras, convencerse así mismo que para salir y surgir de entre las sombras las únicas luces que necesita es entender el significado del coraje y valor, y un conocimiento basado en experiencia además de saber cómo irradiarla, el medio para dejar testimonio de esto ultimo es en definitiva la palabra.

¿Pero cómo así un rompecabezas de silabas, consonantes y vocales pueden ser u ocultar un poder inconmensurable?, la bomba atómica textual es el discurso, el poder que conlleva y lo que vaya a desencadenar esta supeditado a las palabras que contenga y a su redacción en coordinación con su dicción.

Un acto que parecería, algo sencillo, pero para que desencadene, emotividad, identificación, propaganda, debe estar escrito con precisión matemática, con exactitud de neurocirujano. Solo así, podemos vivir la magia de las palabras en los discursos, y si no es así amable lector puede usted oír el discurso traducido de Martin Luther King I have a dream" o sin ir tan lejos de la realidad, escuchar el discurso del protagonista de Gladiador. Las palabras sirven para enamorar, indistintamente de que signifique el amor y el amar.

No es lo mismo decir, te extraño, a decir: Si mi alma no siente el palpitar de tu pecho, mi sangre se enfría y mis labios te imploran, te invocan con susurros al viento, con la vaga esperanza de que Eolo te cuente mi pesar.

Pero quien diría que un invento tan rustico y quizá hasta accidental hoy en día desarrollarían o si quieren evolucionaria a la par con la tecnología. Si acaso la guerra de los signos y símbolos suele darse en las matemáticas, un universo paralelo serían las indicadas siempre como las antagónicas de las ciencias, o mejor dicho de los números. Las palabras, aun, no han inventado operaciones entre ellas que den como resultados etiquetas fijas y cuadradas. Pero si han desarrollado su propia arquitectura para acercarnos en algo a sus antípodas, las matemáticas.

En los números existe la suma, la resta, la multiplicación y la división como operaciones básicas. Y uno debe aprenderlas si es que quiere pasar a otro nivel del conocimiento.

Pero no nos hemos dado cuenta que el lenguaje, ese portaviones de las palabras también a desarrollado un proceso para que ese poder disperso en cada significado o concepto que esconden las palabras en lo individual, puedan ir encajando de manera tan imperceptible que suman una energía, emotividad, armonía mágica, al momento de ser redactadas y leídas. Los sustantivos, los verbos, los adjetivos, algo mas compuesto las analogías, las metáforas, los silogismos, paralelos de las operaciones matemáticas, ha desarrollado vertientes tan bastas como el cerebro, o la imaginación.

Los griegos intentaron explicarlo todo, ya sea de manera lógica, real, o abstracta o por último mitológicamente. En ese afán por entenderlo todo heredaron esa inquietud a sus descendientes y es así que la palabra fue evolucionando en distintas formas, desde la poesía, la rima, el discurso, la oratoria, los debates, ramas del conocimiento, llamado o calificado como social, en los cuales la protagonista fue siempre la palabra, no por una moda, sino porque cada vez se fue entendiendo lo desconocido de su poder, puesto que no se puede cuantificar de primera mano el impacto de las mismas, porque valgan verdades la palabra está sujeta o quizá condicionada a factores como el medio donde se la difunda o imprima, dependen o si somos más dramáticos, están reprimidas por circunstancias como la redacción, el tono de lectura, la impostación la musicalización. Elementos comunicativos que con la llegada de la tecnología han ido mutando en representaciones cada vez mas ambigua o lerdas. No todo aquello denominado como evolución o tecnología siempre apuntara al desenlace de algo mejor.

La palabra es más versátil y maleable que el mismo metal, no hay material físico tan adaptable como la palabra, puesto que se la utiliza de maneras casi impensables, pero ordinarias en nuestro afán de entes orgánicos presionados por vivir a la velocidad de nuestras frustraciones. Una palabra puede ser una llave, puede ser una rompecabeza, puede ser un instrumento de destrucción mundial, puede ser el más letal y amargo de los venenos, así como también el más dulce y ansiolítico de los manjares, y sin tener que siquiera sobrepasar todos los sentidos, la palabra tiene un impacto desde lo atómico, celular; hasta psicológico. Una cualidad que ha sido utilizada por todo el mundo consciente y también los del lado oscuro.

El nobel colombiano, Gabriel García Márquez, dejó una amplia gama prueba del poder de las palabras. Su cuento La luz es como el agua no solo hace que vocalicemos despacito cada elemento lingüístico que enebro como toda una Penélope. También seduce a lamente y nos incita a imaginar, a soñar cada concepto de a lectura, a pensar como es posible ese escenario en un texto apilado como los ladrillos de una pared.

Sería injusto solo hablar del poder de la palabra y atribuirle todo el mérito a esta. Dice un fragmento del poema Look at Love de Mevlana Jelaluddin Rumi, ¿Por qué ver por separadas esta vida y la siguiente, si una proviene de la anterior?, y resume de manera precisa y hasta romántica la relación del poder de la palabra con la lectura, que sería de la palabra sin la lectura, que sería la lectura sin la palabra.

En su obra Antonio y Cleopatra, el genio William Shakespeare sintetiza la consecuencia tacita de quien cultiva además de la lectura, la palabra, Tengo anhelos inmortales en mí.

Quien escribe sabe que su objetivo no sole es ser leído, ser comentado, criticado tal vez. Sino dejar un legado, un impacto, un cambio, Juan Villoro, escritor, reportero, cronista, ensayista y más, de nacionalidad mexicana, defiende el poder de la palabra, y su manera de demostrarlo no solo es escribiendo, ha incursionado en diferentes campos de especialización de otro portaviones de la palabra, como es la redacción o escritura. El afirma en su compilatorio Safari Accidental que, en el género narrativo la crónica, es el ornitorrinco de la escritura un compilado de palabras que incursiona en el ensayo, el reportaje, el comentario, el perfil, la nota de color, la opinión, la poesía por nombrar solo algunos paralelos al mamífero semiacuático con el que se le compara. Esto en respuesta a lo que alguna vez afirmó Alfonso Reyes sobre el ensayo, diciendo o mejor dicho escribiendo lo siguiente, el ensayo es el centauro en la escritura.

Y es que, a través de sus representantes o sus heraldos, la palabra ha sabido materializarse en todos los aspectos del conocimiento, sea este comprobado o no, sino basta ver la connotación que mueve a más de dos mil millones de fieles en el cristianismo, bajo el gobierno de una frase, La palabra de Dios, la biblia. Qué hace que un grupo de letras puedan unificar la conciencia y esperanza de muchas personas que incluso sin entenderlo o comprobarlo afirman su fe al escuchar la palabra de un dios, que nunca les devuelve una.

Hemos visto como la palabra está en constante actualización, pero lamentablemente también con deformación, con la llegada de las aplicaciones para celulares, también surgió una variante rara de palabras, aquellas que más parecen jeroglíficos del posmodernismo tecnológico, en las cuales se han combinado de manera inesperada matemáticas y gramática.

Darwin definió la evolución como "descendencia con modificación” nuestras actuales generaciones parecen haber tomado dicha aseveración con precisión molecular puesto que leer un chat entre adolescentes centenials, hoy parece un trabajo para antropólogos de los símbolos. Porque la mutación de la palabra hoy en día más que sorpresa nos causa satisfacción, es una consecuencia de ese poder desconocido que aún estamos por descubrir.

Actualmente ya hay aplicaciones que te rescriben un párrafo, o te componen un discurso con tan solo poner el tema. Es la tecnología una espada de doble filo para la palabra o simplemente un nuevo medio al cual se está adaptando esta última.

El lenguaje y otras ciencias que anteriormente parecían no contener ningún ápice de encuentro con la palabra. Hoy se sirven de ella sin ruborizarse, al momento de difundir sus artículos de avances. ¿Habrán, aunque sea mínimamente, imaginado los primeros hombres cuando pintaban en rocas figuras de animales, que miles de años después un simple trazo se convertiría en la llave a un universo de interpretaciones mediante la palabra para poder dar con el objetivo de aquella acción?

Es probable que nunca lo sabremos, pero de algo si estamos seguros, que desde su aparición en nuestra vida, la palabra se ha convertido en una herramienta fundamental para crecer como especie, para evolucionar como seres superiores, podrán inventar miles de aparatos que nos acerquen a aquello que denominamos mágico, pero inventar algo tan poderoso como la palabra y todas sus variaciones solo se da una vez en un millón, no importa el idioma, el formato, el medio, la humanidad hará uso de la palabra, incluso cuando se popularice la telepatía, cuando se invente algo que sustituya a los libros, la palabra retomara su esencia primeriza, ser tacita, ser algo existente pero no palpable, ser algo sensitiva, pero no visible, ser un poder inconmensurable pero no para cualquiera.

El poder de la palabra también nos lleva por otros océanos que son material para otra disertación, cómo la palabra encandilo tanto al hombre que este le erigió templos únicos con contenedores santos, lugares donde aprendieron a dormir y macerar el conocimiento, la palabra y la lectura solas solo eran un dúo, pero siguiendo con la mitología, podemos hablar de una triada al momento que se descubrió que no había mejor contendor para ambas como es y lo seguirá siendo, espero, el libro.

El poder de la palabra no solo cautiva, o motiva, nos hace reflexionar sobre nuestro papel en esta realidad, donde priman los sentidos, y es precisamente la palabra quien nos ayuda a dejar testimonio de dicha sensibilidad en cada aspecto de lo que no hace humanos, las ciencias, las letras, la filosofía y la razón.

Cómo un concepto puedo mover un organismo, una idea un mundo sin la necesidad de necesitar cantidades inmensas de energía, cómo la palabra se ha convertido en el eslabón de la evolución, cómo la palabra me ha hecho escribir casi cuatro caras sin darme cuenta…

Ese precisamente es el poder de la palabra, es como pólvora seca, ahí estática fría, basta con que encontremos ese fuego primitivo para desencadenar dinamismo, imaginación, conceptos filtros. Y que nos cuestionemos temas de los cuales también quisiéramos escribir y hacer uso del poder de la palabra. 

LA TORMENTA

Ya no recuerdo tus facciones
olvide de pronto tus formas, tus gestos
cada mirada, olvide tus rasgos, tus reacciones
olvide tus maneras,
te olvidé tan rápido que me sorprendí
te olvidé tanto que ya no recuerdo tus ojos,
 tu boca, te olvidé,
y aún no sé qué paso, como paso,
si eras el fuego y luz de mis velas
como pude olvidarte si mi oxígeno eras tú,
 si la luz de tus ojos
se comparaban con las del sol, 
que mis noches eran color ébano porque
te tenía a mi lado, como y cuando paso, 
quien y que te borraron,
acaso el fin es comenzar, 
por qué te olvidé si mi memoria eras tú
como tus recuerdos se volvieron mi pasado y así historia olvidada
nunca sabré que remplazo tu ser,
o cuál fue la razón de esta amnesia 
... Cuando paso esta tormenta en mi interior
y te arranco de mis sentimientos 
o es que acaso fue muy suave la tormenta
que no la sentí o fue tan cálida que me mentí
y así todos tus recuerdos y memorias perdí…

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lunes, 10 de mayo de 2010

"La dama de blanco esta desnuda siempre

"Callada en lo alto y a veces con una túnica como única prenda, la dama de blanco siempre está desnuda, invita a que la vean cuando durante siete días nos muestra su silueta tan perfecta y deslumbrante, aunque a veces el cielo celoso de semejante belleza quisiera privarnos de sus encantos como quien protege a su primogénita del primer novio. Ella no se amilana y mucho menos se ruboriza aunque esta última manifestación de vergüenza no le caería nada mal, pues tanto color pureza a veces como que la aburre y en ocasiones nos muestra sus únicas imperfecciones en su perfección constante durante esos 7 días, a veces consciente de su admiración por parte de los hombres, se pone coqueta y nos obsequia solo un cuarto creciente de su existencia y eso nos hace amarla más, nos hace inspirarnos más, al extremo de erguirle textos como este; en un afán vanaglorioso como si fuese la fórmula para poder ver de nuevo la totalidad de su esplendor, como si este elogio de palabras fuesen una especie de seducción hacia su existencia, pero a veces nos priva con siete días de nuevas expectativas. La dama de blanco está desnuda siempre como si supiera que ahí la esperaremos con esa paciencia que solo las madres tienen, con ese convencimiento de los ciegos a creer en los colores aunque nunca los hayan visto con la convicción de que los milagros existen aunque hace mucho no se haya manifestado alguno, creemos en la dama de blanco porque esperamos su llena gracia con las mismas ganas de la primera vez, pues aunque la dama de blanco siempre está desnuda también siempre la esperaremos porque esa desnudes es distinta siempre todas las veces aunque la miremos una y otra vez… pues todas las noches la dama de blanco anda desnuda y aunque no conozcamos su verdadero nombre la recordamos porque el mundo nos la presentó como La Luna"

domingo, 3 de enero de 2010

Revista Valquirya Nº6 BUENOS DESEOS

Revistahttps://issuuRevista.com/home/published/buenos_deseos

viernes, 4 de diciembre de 2009

Revista Valquirya º 5 Grandes Combates

sábado, 6 de junio de 2009

La Banda de los Angeles...

Eran las 7 de la mañana de aquel 1992, cuando recién llegados de Puno con mi familia. Desempolvábamos los muebles, el piso, las cosas que hace un año atrás olvidamos obligados. Hoy es un sábado y en mi mente aun están los salvajes movimientos que tuve que soportar en el viaje de regreso que hicimos en tren mientras observo el recuerdo del ahora; de nuevo mi barrio.

La casa estaba toda llena de polvo, nos sentíamos ajenos y con miedo a estar ahí, no la reconocíamos ni ella a nosotros, era tan fría e indiferente que no dejaba ingresar ningún rayo de luz a través de las casi inexistentes cortinas añejadas por el desuso y algunos roedores. Las puertas parecían quejarse a manera de lamento cuando las abríamos y ni que decir del techo que parecía reclamar con cada trozo de pintura que desplomaba sobre nosotros.

Mi padre parece explorar el lugar como pidiendo permiso mientras se dirige a la vieja escalera para poder subir al techo, la casa daba la impresión de una cueva por lo oscuro y empolvado que se hallaba. La puerta que daba hacia el segundo piso soltó un grito de agudo pronunciar que nos obligo a arrugar los parpados en ademan de intolerancia, mientras veíamos como tímidos hilos de luz se osaban a entrar y mostrarnos la silueta de mi padre que era tocada por los miles de gramitos de polvo que le daban el aspecto de fotografía vieja a toda la sucia sala.

Este sábado fue esperado por todos hace un año y hoy que estábamos de vuelta y viendo realizado nuestro anhelo parecíamos extrañar el pequeño cuarto del pueblo de Ilave en Puno, sería por lo limpio y medianamente pulcro que estaba a comparación de esta vieja casona olvidada y hoy reclamada.

Mi madre se queja de la suciedad diciéndome:

-ahora tendrás que limpiar Ricardo, mejor la vendíamos y así comprábamos otra por Umacollo o Cayma, este barrio con el tiempo será muy peligroso y mira que estamos viviendo en un esquina; cualquier cosa puede pasarte o a tu hermana-

-pero mamá aquí están mis amigos, mis primeros años, todo el inicio de mi vida está aquí y no creo que se vuelva más peligroso de lo que era cuando la dejamos o tu qué dices papá?-

-a mi me parece que tendremos mucho trabajo, mira estamos prácticamente en un morro, sin agua, sin desagüe, ni luz, es una catástrofe. –

Fue lo último que comentamos este día, limpiar nos tomara por lo menos una semana,el cielo se torna de luto y los postes de luz tímidamente nos obsequian luminosidad, como haciéndonos ver que somso extraños en este barrio, en esta calle.

Apenas dimos la noticia que regresábamos la familia de la abuela nos ofreció su casa para alojarnos mientras ordenábamos y limpiábamos la casa. Estamos durmiendo por unos días en la casa de la hermana de mi abuela Paulina, la tía abuela Martha. Quien nos recibe con bombos y platillos.

Todos están conversando en la sala acerca de cómo nos fue, que el gobierno de Alan García nos ha dejado en la misma miseria, y que ahora el chino es la esperanza, que nos salvara. Que hubiese sido peor si salía ese candidato pituco llamado Mario Vargas Llosa, hablan de porque regresamos tan pronto.

-tan pronto, a mi me parecieron años,-, me digo a mis adentros.

Mientras veo a través del techo del segundo piso de la casa de mis tios abuelos cuando de pronto una voz suave como escondiéndose me dice hola.

-hola, tu eres nuevo verdad?-

Ah que suave voz escucho, da como sueño, mientras volteo un negro color en sus cabellos bailan al ritmo del empolvado viento.

-hola- me dice de nuevo y aun estoy como idiota aquí soñando.

-Hola- le dije,

-si soy nuevo-, eres familia de la señora Martha, me pregunta y le respondo que si,

-acabamos de llegar de Puno-

-entonces eres un serranito-: me dice con una sonrisa burlona.

-¿Por qué, te gustan los serranitos?- le respondo.

Y como que se molestó, me saco la lengua y se ha ido.

-ah engreída-. Escucho el llamado de mamá es hora de comer, las risas se escuchan a través de los cuartos y no cesan.

-ah mira es chinito, como tu hermano José, Lucy- comenta Sonia una de las primas mas bromistas de la familia y no entiendo qué es eso de chinito. Sólo me imagino a bruce lee, cuando dicen chinito.

Ahora todos duermen y yo sigo con esta nostalgia de sentirme un extraño, pero a la vez confusión.

Me pregunto -y ahora que hare, empezar de nuevo, con quien jugare, a donde iré-

Mientras veo el techo ciego de esta casa, estamos en familia es verdad pero no tengo la confianza como para comportarme como tal...

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miércoles, 26 de noviembre de 2008

El emperador

LA PALABRA

Definir a uno de mis amigos, es difícil sea un hombre o mujer. Pero definir a este hermano mas que amigo, no entra en esta categoría. Yo diría que encaja en la de honores. Por que hacer su perfil será eso; un honor debido por las tantas veces que me salvo el pellejo, por los tantos consejos que me regalo, por cada una de esas frases matizadas de experiencia y esa practicidad que aprendí. Tratar de dibujarte mi estimado Julio será como dije más que una difícil tarea un preciado honor, de la misma manera como describí a nuestro amigo Rudy. Ahora tras redactar estas palabras, como cuando solíamos hacer hora en nuestra época universitaria ante una situación la cual no podíamos resolver, es que intento encontrar una palabra para poder iniciar mi dibujo de letras hacia tu gran personalidad y amistad…

… No se cuanto haya pasado para encontrarla, llevo buen tiempo buscando esa palabra y hoy por fin la encontré “maestro”. La palabra con la que te definiré.

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LA PRIMERA CLASE

Ese día estaba más nervioso que otros en mi vida, era el primer día de mi infantilesca recién iniciada vida universitaria, un lunes de abril, del año 2001, sentado en aquella vieja carpeta de latón en la clase ubicada en el tercer piso del pabellón del entonces servicios múltiples. Todos éramos tan chicos, que la duda y timidez se podía leer en nuestros ojos, pero hubo unos ojos donde no se podía ver esa duda. Su rostro siempre sonriente se perdía entre las coquetas bocas de aquel grupo que después conoceríamos como las “linas”.

Un trabajo en grupo fue el inicio de aquella clase, nadie se hablaba, razón suficiente para que una bonachona delegada, tomase la batuta, desde entonces hasta que acabaran la carrera, y propusiera el bochornoso acto de presentarse cual escuelita de primaría. Y más irónico se leerá que, quien escribe fue el primero que se tuvo que bochornearse.

Paso un buen tiempo para que el maestro se hiciera notar, siempre con esa sonrisa cómplice e insinuadora para ver que todo tiene solución. Lo conocimos gracias al chato, quien lo conoció haciendo cola para uno de los tantos tramites que engloba el hecho de estudiar en una universidad pública, se presento como amigo del caravileño Willy Del Carpio. Pronunciando su nombre Julio Angulo Delgado, en ese entonces el buen Julito hacia demasiado honor a su segundo apellido, algo que nos llamo demasiado la atención, pero todos, tanto Rudy, yo, y el chato, notamos que detrás de esos hoyitos en las mejillas, se escondía una generosidad digna de ser envidiada y anhelada, el buen julio es carismático, bonachón, esconde bajo un velo casi inexistente su buen sentido del humor, plasmándolo en anécdotas matizadas con picaras palabras. Desde un inicio Julio nos daba clase. Cuando lo conocimos ya enamoraba con Rosa, cuando lo conocimos, también nunca supo decirnos que cuando rosa lo buscaba significaba que era hora de irse. Esto le trajo un sinfín de anécdotas como apodos por parte del chato. Julio es de las personas que rara vez se enojaba y si alguna vez lo hizo nunca pudimos notarlo, era un diplomático ante las situaciones difíciles. Para julio existían primero las soluciones luego las lamentaciones.

Así fue Julio en la universidad, pero un problema en el estomago lo hizo ausentarse buen tiempo de las clases, al punto casi de olvidarlo. No volvimos a saber del maestro hasta fines noviembre. Regreso casi huesudo, sino fuese por el pellejo que sostenía sus evidentes masas Oseas. Regreso como todo un rey, mas bromista, más seguro, y más preocupado también. Pero lo que nunca entendí hasta ahora, era esa frialdad para hacer las cosas y nunca cansarse de buscar una solución, ante los sinnúmeros de problemas en los que aprendimos a meternos los cuatro gavilanes.

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TODO SEGUNDO EN UN AUDITORIO

Julio es, fue y supongo que sigue siendo, un adicto sin remedio a la lectura, un amante empedernido de Mario Vargas Llosa y quizás un singular coleccionista de todo tipo de trivialidades materiales que tengan que ver con los delfines, quizás porque el maestro julio es como uno de estos mamíferos acuáticos; porque Julai, como le decíamos en nuestra época universitaria, era de los que pertenecían a un medio y siempre encajaba a la perfección en cualquier otro como los delfines, era generoso, inteligente. No digo que ahora se haya olvidado, espero que no; pero no solo lo seducía este mamífero, también tenía en las venas ese cáncer vicioso por la fotografía y todo lo que este hermoso universo implica, tanto fue su pasión por esta pasión que ahora se dedica a eso, nunca olvidare la colección de cámaras que nos mostro cuando visitamos su departamento. Cámaras que nunca habría visto y siquiera saber que existían, todo un personaje. Es de ti maestro que aprendí a desarrollar esa afición por las colecciones, no colecciono cámaras ni delfines, pero la enseñanza de coleccionar la aprendí y bien. Pero Julio no solo se conformaba con delfines y cámaras, es de las personas ambiciosas a bien, nunca se satisfacía ante una solución, creo que filosofaba pensando “si encontramos la solución significa que es la única”.

Era junio del 2002 y nuestro salón se redujo, si cabe el término a un inclinado auditorio, con carpetas de madera a una sola pieza, siempre en la segunda fila de la primera columna. Ese año el maestro como el delfín entro a otro medio, a otro océano, uno más complejo. Ese año asentamos la amistad y formamos la hermandad, ese año no solo nos hicimos grandes amigos, ese año se volvió maestro, como olvidar las tantas veces que nos dejo solos, cuando esa persona especial para el llegaba, ahora puedo entenderte maestro, es difícil ir contra eso. Julio tiene impregnado ese color canela egipcio, en la piel es de contextura normal, aunque ahora nose, cuando se fue a Lima abusaba del arroz a la cubana, y eso le costo unos cuantos kilos de mas, ahora julio trabaja haciendo lo que le gusta, es fotografo de La Republica (Cuzco), ya es papá de un hermosa pequeña, y esposo de la mujer que siempre amo, a veces charlamos arduamente por el chat.... (continuara)

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